El proyecto Casa Barcelona tiene una clara voluntad integradora. Por este motivo, quiere ser una experiencia en la que estén representados todos los componentes culturales del diseño español: profesionales, productores, etcétera. Se trata de un reto muy especial concebido para la Barcelona olímpica, cuyo objetivo primordial es acercar el diseño al consumidor de todo el mundo desde una perspectiva de uso cotidiano.
La referencia inicial que sirvió para poner en marcha el proyecto fue la famosa Silla Barcelona, diseñada por el arquitecto Mies van der Rohe para el Pabellón Alemán de la Exposición Universal de 1929. Un diseño de indiscutible calidad estética, símbolo de modernidad y audacia constructiva, que ha llegado hasta el presente con toda la vigencia formal, cultural y comercial.